3 de enero de 2020

(Otro) 3 de Enero

Han cambiado tantas cosas desde hace un año, la mayoría para bien, otras que se pueden mejorar, algunas otras que dejaron aprendizajes o frustraciones, pero hay algo que no ha cambiado, ni en un año ni en nueve, y eso es lo mucho que te extraño

Tomo tus palabras para aprender, tomo tus letras para sonreír, tomo el recuerdo de tus abrazos para sentirme algo en este mundo, y tomos tu sonrisa como la luz al final de mi túnel. Pero no puedo tomar ninguna ruta de escape ni ningún desvío para evitar extrañarte tanto.

Me haces falta, a mí y a todos quienes sentimos el calor de tu inmensidad, me haces falta tanto como me hizo falta darte más, mucho más de lo que te di. Y hoy, ahora que podría darte más de todo eso que me faltó, tú ya no estás, y aunque sé, porque lo sé, que estarías orgullosa de ver lo que he logrado en el último año, de verme, daría todo ello y todo cuanto soy por ver ese orgullo en tus ojos, pero no puedo, ya no puedo verme reflejado en tus ojos.

Pero no todo es tristezas, pues antes que nadie, tú me enseñaste que las tristezas no eran ni eternas ni invencibles, y como siempre, vienes tú a sacarme de mis momentos de inexistencia para mostrarme que sí te puedo ver, que sí te puedo sentir, y que realmente no tengo que hacer mucho esfuerzo para sentir ese calor que tu sonrisa siempre me provocó, y si sigo todos esos pasos, siempre termino llegando a la mejor de las metas, darme cuenta de que sí que puedo verme reflejado en tus ojos.

Te extraño, y te necesito en tantos momentos que sonaría increíble necesitarte tanto aun después de todo este tiempo, pero está bien, pues te extrañaré siempre, y voy a caer muchas veces, pero también sé que no importa cuántas veces caiga, yo no voy a dejar de sentirte, y con ello, de una u otra manera, todo estará bien. Tú me enseñaste que yo puedo hacer que todo esté bien.

Lamento no tener las palabras más bonitas para decirte hoy, pero ya las tendré, y te las diré… mi vida entera te las diré. 

“Quisiera yo olvidarme de todas mis tristezas,
Y andar por esos campos muy cerquita de ti… “
-JR.

Feliz cumpleaños, mamá. 


Syd. 

11 de diciembre de 2015

Ich bin


Ich bin Hugo, y no me gusta escribir o hablar mezclando idiomas... Pero el alemán me gusta mucho. Me aburre el idioma francés... Pero me encantaría saber maldecir en esa lengua. Me resultan estúpidos los comerciales sobre perfumes... Pero termino viéndolos por las modelos que ponen. Me fascina la música... Pero no toda la música. Respeto los gustos de cada quien... Pero muy seguido quisiera patear a los que ponen banda, reggaetón o electrónica. Así como también no me meto con las creencias religiosas de la gente... Pero mando al carajo a los que me quieren hablar de sus religiones. Disfruto ver a la gente bailar... Pero yo no bailo ni aunque me estén quemando los pies. Me encantan los Zippo... Pero no fumo. Soy fanático incurable de las películas de terror... Pero no me gustaría ser perseguido por un asesino serial o un monstruo con dos cabezas, veinte ojos y tres vergas (¡qué miedo!). No me gusta meterme al mar... Pero adoro estar en la orilla de la playa. Así como me encanta caminar por la arena... Pero me joroba tener que quitármela de encima después. Disfruto muchísimo tener paz y tranquilidad... Pero no me puedo resistir a jugar juegos extremos o a subirme a atracciones dementes en un parque de diversiones. Soy algo sociópata... Pero me pesa cuando alguien a quien quiero se enoja conmigo. También soy muy antisocial... Pero no me gustaría vivir solo en el mundo. Aborrezco las modas... Pero tengo un Smartphone. Me gusta la tecnología... Pero mi habitación está decorada con cajas de embalaje. Así como disfruto las cosas vintage... Pero odio a los hipsters. Amo la fotografía... Pero no tengo una cámara. Me gusta el reloj en la pared de mi cuarto... Pero no funciona hace más de un año. Mido 1'80... Pero siempre apesté en el básquetbol. Siento que vuelo cuando juego frontenis con una de mis trece raquetas... Pero ya casi no puedo jugar. Me gusta cuando hago algo bien... Pero casi siempre hago las cosas mal. Me encanta beber café... Pero es imposible que lo beba caliente. Me siento muy cómodo con el clima frío... Pero me envuelvo como tamal por las noches. Me gusta pensar que puedo decir siempre lo que siento... Pero siempre termino lastimando a alguien por hacerlo.

Me gustaba mucho publicar mis cosas... Pero ahora no me sabe a nada. Tengo un blog... Pero no sé qué hacer con él. Tenía un blog que quería mucho. Pero siento que lo dejé morir.

Tengo un blog que está muerto... Pero no lo voy a dejar abandonado.

Soy una contradicción andante y lo sé... Pero fuera de banalidades y estupideces: SÉ QUIÉN SOY, y especialmente: SÉ LO QUE NO SOY. Y por eso... NO VOY A CAMBIAR.

Me gustaría que te guste lo que lees aquí... Pero si no te gusta... Tampoco me interesa.

5 de octubre de 2015

Foto: El vendedor de aviones y su sombra


Me gusta pensar que la sombra proyectada en esta foto, es el niño que se convirtió en ese hombre, jugando con su avión mucho antes de saber que, un día los estaría vendiendo.

Muchas veces me gusta pensar que la sombra que yo mismo proyecto en el suelo, es el niño que un día fui, mas no me gusta pensar ¿qué diría ese niño de mi YO actual...?