19 de junio de 2012

Lecciones a futuro

En la estación del tren de un pueblo olvidado por la civilización, y abandonado a su suerte por el destino, un niño de apenas 7 años leía el periódico. Un hecho no tan raro realmente, de no ser porque en este pueblo nadie tenia aspiraciones de nada, lo único que tenían encima de sus hombros era seguir los pasos de sus antecesores; los niños cuidarían ganado como sus padres, y las niñas serian amas de casa multi-usos, al igual que sus agotadas madres.



Un hombre que estaba ahí solamente de paso, leía un libro mientras con gracia observaba disimuladamente al niño, no solo lo sorprendía lo que hacia, sino como lo hacia, y es que para aquel forastero era claro que en aquel pueblo nadie tenia la menor intención de aprender lo mas básico, mucho menos de educarse o estudiar cualquier cosa que no fuera a ayudarles en sus rudimentarios trabajos, la gente de ese pueblo parecía felizmente resignada a nunca ser nada mas de lo que ya eran, así que el hecho de que un niño leyera el periódico, y además con tanta propiedad como lo hacia aquel chiquillo, era algo gratamente sorprendente.

Aquel visitante se levanto de su asiento, su tren ya estaba ahí, y caminando hacia "el niño lector", con una sonrisa en el rostro le dijo:
"Creo que leerías mejor... si no tomaras el periódico al revés"

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Ese niño que aparentaba leer un periódico al revés, que nació en un sitio donde nadie anhelaba absolutamente nada, él, a su corta edad no quiso seguir los mismos pasos que todos y tuvo la curiosidad de aprender, siguió sus necias inquietudes, no sin un gran costo a pagar (tanto moral como físico) por ir en contra de todo lo que se acostumbraba en ese pueblo, aprendió a leer, y muchas otras cosas más...

Ese niño es hoy mi padre, y estoy orgulloso de el porque gracias a que siguió sus gustos y persiguió sus inquietudes, es como salio de un lugar donde el destino nunca había deparado nada para nadie. Una enseñanza que me dio, más o menos 40 años antes de que yo naciera.


El domingo anterior fue día del padre (pero como no tuve tiempo, mas vale tarde que nunca) y esta historia (verídica suya, por cierto) no es solo por esa celebración, es mas bien, por haberme dado cuenta lo ingrato que he sido en este espacio con mi padre, ya que nunca lo había mencionado antes, pero si, afortunadamente aun tengo a mi padre y espero tenerlo por muchos años mas :)


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