Mirando una pelicula en una tarde cualquiera, ahi recostados uno contra el otro, tu y yo en el comodo sillon frente a la TV que reproducia una pelicula de la que me enteraba a medias, no porque fuera una mala pelicula, sino porque mi panorama era mejor, tu, tus brillantes ojos cargados con esa chispa que te hace tan unica e irresistible para mi, tu boca que sonreia dibujandome sensaciones bellas al interior, y esas miradas que me dirigias en varios momentos que alejabas la vista de la pantalla, esas miradas que me hacian cabalgar el corazon tan solo por haber sido atrapado por tus ojos.
Ahi cuando lo mejor que pudo haber pasado era que se acabara la pelicula, ahi cuando me preguntaste "te gusto la peli?", y yo solo atine a responder "te adoro", un impulso basto para acercarnos sin perder de vista nuestra mirada y cruzar nuestros labios en un beso calido, suave y contagiado de la tranquilidad del ambiente, asi te tome en mis brazos levantandote hacia mi pecho mientras tu te sujetabas a mi cuello y me rodeabas con tus piernas, sin separar los labios o perder las miradas camine hacia nuestra habitacion.
Nos desnudamos en un mismo movimiento y volviste a engancharte a mi cuello mientras yo te sostenia abrazandote por tu espalda, te bese el cuello mientras acariciaba tu espalda y tu cabeza hacia atras me daba un panorama perfecto de tu placer, subi por tu barbilla y llegue hasta tu boca en la cual enredamos nuestras lenguas por unos segundos hasta que empujaste mi cara con tu boca besandome cada sitio donde podias, me besabas las mejillas, los ojos, la frente, lamias mi oreja y me hacias bajar mi boca hasta tus hombros, ahi los bese y los recorri con la punta de mi lengua bajando hacia tus brazos y sintiendo tu suave y perfecta piel.
De nuevo y sin pronunciar palabra sentimos un impulso que me hizo sentarme y hacerte quedar sobre mis piernas, y asi mirandonos a los ojos acomode mi miembro en el delicado tesoro de tu entrepierna, y subi mientras tu bajabas hasta fundirnos en uno solo, cerramos los ojos obligados por la sensacion, y sin volver a abrirlos moviamos las caderas a un ritmo suave, baje mi boca y bese tus pechos sintiendo la suavidad que solo contrastaba con la dureza de tus pezones, ahi llego ese impulso que era nuestra unica comunicacion en esos momentos, ese impulso que te hizo arañar mi espalda mientras yo te apretaba contra mi y nos llenabamos de un extasis tan calido y placentero que nos llevo hasta el cielo.
Caimos rendidos sobre la cama y como el resto de la noche, no pronunciamos ninguna palabra hasta que quedaste dormida sobre mi pecho y conmigo aun dentro de ti, con ese panorama que me hacia sentir en el paraiso cerre mis ojos y termino nuestro dia, no sin antes volver a decir en voz baja las palabras que iniciaron todo...
... "te adoro"
