Ironía es que una de las cosas más creativas de la vida, es la forma en que trabaja la muerte.
¿Porque habría de tenerle miedo a la muerte?
Si pude nacer cuando nada sabía de la vida.
En paz puedo morir sabiendo lo bello que fue vivirla.
Si algo confirmamos a lo largo de la vida, es que la muerte no hace distinciones ni tiene preferencias.
Seas quien seas, o hayas sido quien hayas sido, la muerte siempre te dará un momento antes de llevarte.
Usa ese momento y no tengas miedo, úsalo y no tengas arrepentimientos de lo que hiciste o dejaste de hacer.
Y cuando finalmente la muerte te busque la cara, hazle saber que no te interesa mirarla.
Imagina que es un espejo, y sonríele como siempre le sonreías a quien más quisiste en este mundo.
Entonces la muerte no se llevará tu sonrisa, y la dejará dibujada en las vitrinas de la eternidad.