19 de abril de 2011

La sinfonía del silencio


El silencio camina como un diestro y elegante maestro de orquesta.
Arriba a tu corazón y pide tu atención, pero no sabes qué interpretara.
Tu no decides el programa que viene a continuación, solo tomas asiento.

La sinfonía empezara en tres movimientos...
Primer movimiento... Te das cuenta que estas envuelto en silencio.
Segundo movimiento... incertidumbre a la que poco le importa si estas listo.
Tercer movimiento... tus sentidos se entumecen, el maestro exige respeto.

Tomas una bocanada de esperanza y te aferras a tu asiento.
No te aferres muy fuerte, o te hundirás en el asiento de la vida.
Tus oídos cerrados, esta es una melodía que necesita de tus oídos internos.
Ábrelos bien, al maestro no le importara si confundes el sonido del silencio.

Si escuchas el retumbar de una marcha tortuosa, no estas prestando atención.
Así solo escucharas los compases de un maldito reloj que no se detendrá.
No hasta transformar sus estruendosos engranes, en segundos de agonía.
Que serán interpretados en un bizarro tic-tac que martilleara tu platea.

Si en cambio, respetas a la orquesta, podrás ver los colores del silencio.
Una gama capaz de colorear tu cielo con un solo movimiento del maestro.
Así podrás encaminarte hasta la coda sobre un arcoíris con final de oro.
Si no, te atrapará en el ambiguo y monocromático intermedio de la inopia.

Si logras llegar al final, no ovaciones al maestro.
No esta ahí para ser adulado, mucho menos para ser tu amigo.
La sinfonía del silencio solo desnuda tu mente cuando más perdido estas.
Y si aprovechas esa pausa, veras que la batuta estuvo todo el tiempo...

En la primera fila de tu propio teatro.

Safe Creative #1104199018927