11 de abril de 2011

Utop


Era un día pletórico en la ciudadela de Utop, sus habitantes rebosaban armonía mientras paseaban expresando paz y felicidad, como era normal en este sitio, pero su calma estaba por romperse, o no...

Sofía era la mas nueva y recién llegada habitante de Utop, caminaba por las calles con su hijo Pablo, un niño de apenas cinco años de edad. El pequeño sonreía feliz tomado de la mano de su madre, se emocionaba con todo cuanto se movía a su alrededor, y ahí, entre sus asombros descubrió una sombra en el suelo y a sus pies, se inclino para "atrapar" esa mancha pero esta se alejo moviéndose hacia adelante.

Sofía sintió los esfuerzos de su pequeño y miro que era lo que quería alcanzar, entonces, en un acto reflejo alzo la vista para reconocer que era una hermosa ave lo que proyectaba la sombra. Sus ojos no alcanzaron a bajar cuando Pablo corrió detrás de esa mancha soltando la mano de su madre, el horror de Sofía hizo erupción al ver que el pequeño corría directo hacia el paso de los automóviles.

La mujer hizo todo por alcanzar al niño, mas sus esfuerzos no bastaron y Pablo salio de imprevisto hacia mitad de la calle para quedar frente a un auto al que le fue imposible detenerse a tiempo... El brutal golpe hizo caer el cuerpo del niño metros adelante hasta dejarlo tendido, como nada mas que un inerte bulto sobre el concreto de Utop.

El aterrador grito de la madre perduro hasta que pudo sostener a su maltrecho bebe en sus brazos, al gritar por ayuda sintió una emoción muy contrastada ya que le noto un leve pulso a su pequeño, sin embargo, de todas las personas que comenzaban a reunirse alrededor de la escena, nadie expresaba nada... nadie la ayudaba.

Y no solo no la miraban, sino que la atención principal la obtenía el hombre de edad avanzada que manejaba el auto, ella gritaba desesperada porque alguien llamara una ambulancia, hasta que finalmente una mano se apoyo en el hombro de la angustiada madre y le dijo: "No te preocupes, tu niño estará bien, solo llévalo a casa a descansar".

Sofía exploto en desesperación, pero antes de pronunciar una sola palabra miro a Pablo que le sonreía, sonreía e intentaba incorporarse como si nada hubiera sucedido. El niño estaba bien, tenia solo algunos raspones que ni siquiera el mismo parecía notar, Sofía salio de su asombro debido a una voz que le dio explicación a lo que acababa de suceder...

"Aquí en Utop, la vida termina por ciclos, no depende de variantes ajenas al tiempo determinado para cada persona, y el ciclo de tu hijo esta lejos de terminar, pero el de El... acaba de terminar"

Sofía miro entonces que el conductor del vehiculo había fallecido, su ciclo había terminado justo en ese momento, todos lo sabían, por eso se despedían sin que nadie llorara o se lamentara... porque así era normal ahí, así era la vida y la muerte en Utop.

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