Conozcan a Darío, un autor reconocido internacionalmente por sus novelas de suspenso, mucha gente dice que perder a su esposa fue lo que lo convirtió en un escritor tan bueno, decían que aquel hecho lo hizo transmitir las emociones en sus libros como nunca había podido hacer con los anteriores, y quizás tenían razón al decir eso, ya que desde aquel accidente, nada volvió a ser igual en la vida de Darío.
Su vida re-comenzó desde que despertó en el hospital después del accidente, ya que a partir de entonces solo tuvo dos motivos para continuar, su pequeña Penny, y escribir historias que desahogaran un poco su demacrado espíritu
Así transcurrieron los siguientes años, entre premios literarios, viajes publicitarios, y sesiones terapéuticas con un psicólogo que estaba disponible para él las 24 horas del día, Darío se había rehusado a tomar terapia, pero cedió cuando su pequeña Penny se lo pidió con una sonrisa en su rostro. En estas sesiones, Darío sufría un verdadero tormento, nada quería recordar sobre su vida antes del accidente, y la única respuesta que ofrecía para negarse a recordar era "Porque entonces yo era feliz".
Pero en cambio le encantaba hablar de un tema: Penny. Su pequeña se había convertido en todo para él, y de no ser por ella, seguramente se habría rendido desde que le dijeron que su esposa había muerto, pero no sucedió así por la pequeña Penny, a la que vió apenas abrió los ojos en el hospital, con una carita de ángel, y una sonrisa de puro amor dirigidas a su papá.
Un día de terapia como cualquier otro, las cosas cambiaron ante la presión del psicólogo por hablar sobre el pasado, Darío, sobrepasado en el tema, y solo queriendo hablar de su hija, explotó en cólera ante una afirmación que el psicólogo le hizo. Salió de ahí bruscamente, azotando la puerta y jurando no volver jamás.
En el refugio de su hogar, Darío se desconectó del mundo, cortó los cables del teléfono y canceló toda actividad que lo pusiera en contacto con cualquier persona. No bebió nada, sus demonios internos ya eran droga suficiente para pasar la noche entera entre lágrimas, gritos y ataques de furia que le hacían romper todo lo que tuviera a su alcance. Las horas pasaron agónicamente, y los primeros rayos del sol ya marcaban el amanecer del nuevo día.
Darío, que no había logrado dormir un solo minuto, pero si había agotado sus energías y todas sus lágrimas, sintió una presencia a su lado, al instante supo de quien se trataba, y no dudó en aceptar la mano que le era tendida a su desmayado cuerpo. Era Penny, su pequeña, su todo, quien a pesar de lo que le dijeran los demás, siempre estaba ahí para él.
Darío se levantó y le preguntó a Penny si quería ir a dar un paseo, ella asintió, pero le pidió que la subiera a sus hombros, Darío la subió a sus hombros, y la pequeña cruzó las piernas alrededor de su cuello, afirmándose bien para no caerse, y quedó lista para el paseo.
Darío comenzó a caminar y mientras se alejaban, le pregunto a la pequeña Penny: "¿Verdad que si existes?" su hija le sonrió, y el escritor caminó hacia el horizonte, feliz como hacia mucho no lo había sido.
...
Cuando amaneció completamente, el editor de Darío lo encontró muerto en su casa, el escritor se había atado unos cables al cuello y había saltado por su balcón, quedando colgado de la terraza.
La policía interrogó al psicólogo de Darío, quien les informo que era lo que lo molestó tanto como para salir así de la consulta, y haber hecho lo que hizo. Este les dijo que Darío sufría de un fuerte trauma psicológico debido al accidente donde murió su esposa, y que todo se agravó debido a que su mujer estaba embarazada de apenas un par de meses, esperaban a su primer bebé, entonces, desde que Darío despertó comenzó a ver a Penny, que era el nombre con el que llamarían a su hija. El psicólogo no había hecho más que confrontar al escritor, e intentar hacerle ver lo que Darío quizás si sabia, que Penny no existía realmente, pero simplemente no lo quería aceptar.
En el escritorio de Darío estaba su último y ya terminado libro: "Dulce Muerte", y en su dedicatoria se leía: "Para Penny, el amor de mi vida".
Seguida por la hoja de introducción que decía:
"Los sueños donde muero son los mejores que he tenido".
Darío quedó catalogado como un suicida, aunque él jamás lo supo, él solo... murió feliz.
* El titulo de la entrada está en alemán, significa "Ven, dulce muerte" y es un tema del mejor de los animes: Komm, süsser Tod* Y la linea "Los sueños donde muero son los mejores que he tenido" es de una triste pero bella cancion llamada: Mad World