Me he dado cuenta, revisando los escritos que te he dedicado, que a pesar de mis esfuerzos para que sean textos que te hicieran sonreír, siempre terminan siendo tristes, supongo que no lo puedo evitar, lo primero que viene a mi cuando veo, sueño o despierto y se que ya no estas, es tristeza. Pero no será así siempre, eso lo tengo claro, cada día, cada fecha especial y cada año, voy siendo mas claro conmigo mismo, y se que un día, aunque la tristeza permanezca, será menor, y habrá mas de aprendizajes, de madurez y de valores para enfrentar tu ausencia.
¿Pero sabes? no es cierto, no es verdad que lo primero que
viene a mi cuando te pienso y te recuerdo sean tristezas, es una gran mentira,
una injusta además, porque el primer sentimiento que me invade al pensar tu
nombre, al ver tu sonrisa o escuchar tu dulce voz... es orgullo.
Estoy orgulloso de ser tu hijo, de que tu seas mi madre, y
de las incontables lecciones de vida que me diste, incluso en el ultimo
momento. Estoy sumamente orgulloso de haber compartido todo lo que contigo compartí,
y la sangre que llevo en mi corre veloz por todo mi ser para que mi corazón
tenga el latido mas pleno y mas feliz cuando veo a todas las madres con sus
hijos, y se que yo tuve a la mejor.
Desde los miles de aprendizajes, las sonrisas compartidas,
las carcajadas mezcladas, las bromas, los zapatos voladores que impactaban mi
cabeza cuando te asustaba y salía corriendo, las llaves de lucha libre que mas
de una vez me dejaron con el oído en el hombro o la nariz en el ombligo, hasta
los debates donde nos poníamos serios defendiendo cada quien su punto de vista,
pero siempre sabiendo que no importa lo que se debatiera, tu y yo jamás íbamos
a terminar mal, ufff... TODO, todo lo vivido y contigo compartido, ha sido la
experiencia mas enorgullecedora que correrá por las venas de tu hijo hasta que
dé mi ultimo latido, y aplique la lección aprendida mas importante de todas, sonreír,
y agradecerle a la vida por haberme dejado vivirla.
Te extraño con todas mis fuerzas, no mentiré, pero la
abrumadora diferencia entre los poquísimos recuerdos tristes, contra los
millones de recuerdos felices, me prohíben vivir sumido en depresión, no
tendría porque deprimirme cuando tuve el honor de compartir mi tiempo y ser de
los pocos afortunados que tuvieron la oportunidad de recibir el amor de un ángel,
un ángel que no hizo mas que... regresar a donde pertenecía.
GRACIAS por ser mi madre, estoy orgulloso de ser tu hijo,
siempre lo estuve, siempre lo estaré...
¡TE AMO, MAMÁ!