"Nunca haré esto"
"Nunca diré lo otro"
"Nunca permitiré que..."
"Nunca aceptaré que me..."
"Nunca me convertiré en..."
"Nunca quise que resultara así"
"Nunca quise que resultara así"
El diablo
inventó la palabra "nunca" y cada vez que alguien la pronuncia,
además de matarse de risa... él gana regalías.