En la oscuridad de una noche fría.
Se durmió a esperar el alba de un nuevo día.
Aun no sabía que al despertar, una sonrisa encontraría.
No una desconocida, sino una que él quería, y que pronto amaría.
Su noche entre sueños pasó, algunos de ellos, él jamás se explicaría.
Debía escuchar de nuevo a su corazón, y sentir lo que este le decía.
Difícil confiar, más no imposible, él a ella, en todo su ser la sentía.
Más sencillo fue, una sonrisa le dijo, que junto a ella, él vibraría.
Transpirándose latidos por la piel, se amaron en sintonía.
Y es que nacido para encontrarse, su sentimiento lucía.
Realidades sufrieron, pero la lección se aprendía.
Prefieren un amor real, no uno de fantasía.
Amor y razón no pueden estar en equilibrio perfecto.
Amor y sinceridad se besan en la balanza de la vida.
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Gracias por estos dos años de ser mi amor y mi deseo.
Gracias por ser... Mi equilibrio perfecto.
Gracias por ser... Mi equilibrio perfecto.
Te Amo, Bonita mía.