| Cuando alguien se sienta a escribir, y a pesar de sus intentos sigue viendo su "pagina en blanco", normalmente se adivina que es un reflejo de su mente, que está perdida o desorientada y no logra plasmar nada para llenar ese blanco. Lo mismo se dice cuando alguien tiene muchas intenciones de escribir o de aterrizar en papel sus proyectos para así, sacarlos de su mente y arrojarlos al mundo, pero claro, cuando uno tiene tantas intenciones y ninguna línea escrita en su hoja, es cuando caemos en cuenta que los bolígrafos no se llenan con intenciones. Pero quizás esa sea la clave de las paginas en blanco, quizás no sea un vacío, ni una parálisis psicológica, tampoco es que se nos hayan congelado las neuronas o que realmente no tengamos nada que decir. Quizás, quizás... es que es todo lo contrario, y así como en la paleta del pintor, el blanco se forma de la unión y mezcla de todos los demás colores, así también, nuestro blanco sea provocado porque estamos mezclando todas las ideas en nuestra mente, y sin encaminarlas hacia ningún sentido estemos formando un tapón blanco que nos impide aprovechar las buenas intenciones y los grandes pensamientos. Entonces, probablemente deberíamos tomarlo por el sentido opuesto, y dejar nuestra mente en NEGRO, que es la ausencia de todo color, y así tal vez, solo ir aplicando uno por uno, los pensamientos que en verdad queremos expresar, dejando en segundo termino aquellos agobios mentales que no le corresponden a esta hoja, y los pensamientos que deberían aguardar hasta un mejor momento. Así, y con un poco de suerte o bendiciones de la providencia, podamos poner nuestros problemas en la hoja de los deberes, y nuestras buenas ideas en la hoja de los placeres. Probémoslo alguna vez, separemos lo que queremos escribir, de lo que tenemos que arreglar directamente con alguien, pongamos nuestra pagina en negro, y así, quizás, nos sea posible divagar y alimentarnos de las diferentes tonalidades del gris, hasta encontrar nuestro verdadero lienzo en...  |
...Blanco.
