24 de enero de 2012

La prolongación de un beso


En el aplazamiento de nuestros besos encuentro mi delirio.
Mis labios olvidan toda razón al sentir el calor de tu suspiro.
Ahí frente a mi mirada, mi ansiedad se vuelca en oleajes de latidos.
Dulce espera a la que yo mismo me condeno como el más bello martirio.

Y así frente a ti, despojado de mis sentidos, en mi interior nace un juego.
En ave de presa reflejo mis deseos de buscar y mi lengua sobre la tuya posar.
Del santuario de tu boca ladrón soy, como Prometeo en busca de su fuego robar.
Placer solo para dioses, en tus labios soy inmortal cuando te comienzo a besar.

Lenguas como alas que se despliegan para volar, juntos en corazón, alma y sexo.
Tú y yo surcando fronteras, liberándonos de ataduras hasta latir el mismo nexo.
Las nubes observan el ascenso que nos lleva al estallido de un gemido intenso.
Por tu sonrisa planeo, con mi alma respirando... nuestro orgasmo en un beso.







Solo un poco de lo mucho que tus besos
provocan en mi adicción... de ti.
Te amo, mi Lorena Bonita.