15 de octubre de 2013

Inconformidad humana

Puedo contar como se siente tocar la gloria, mis manos la han palpado.
Puedo decir cómo se siente tocar una nube, mi cabeza se ha apoyado en ellas.
Puedo detallar que colores contiene el infinito, mis ojos se los vieron todos.
Puedo explicar cómo suenan los latidos del corazón en la superficie del paraíso...

Y aun así, parece que siempre dedico más tiempo a platicarme y sentarme en mis tristezas.

Puedo explicar cómo suenan los latidos del corazón en la superficie del paraíso...
Porque mi corazón se quedó allá.