2 de octubre de 2011

Amor eterno


Hay innumerables enseñanzas durante la vida, las hay que entran a nosotros por gusto, otras por necesidad, y hay otras que entran por la fuerza, porque debes aprender o quedarte en el intento, y ese tipo de enseñanzas son las que le encanta impartir a la muerte, por la fuerza sabe hacer sus cosas, por la fuerza nos toca aprender a sobrevivir, levantarse y caminar de nuevo, no sin antes dejarnos una cicatriz con todo y sus puntadas en el corazón.

Al tiempo no le importamos, pero el a nosotros si, porque se convierte en un aliado, a veces el único que tenemos en momentos así, y seguimos caminando, si, unos mas jodidos que otros, porque eso si, la muerte es una cabrona indeseable, pero no deja indiferente a nadie y todos los que estuvieron cerca de ella no vuelven a ser los mismos, de una manera u otra siempre te recuerda lo que fue y ya no podrá ser, con lo cual... tu ya no eres ni podrás ser igual a como eras antes que la muerte tocara tu vida.

De eso ya estoy conciente por la parte que me toca, que algo en mi se rompió el pasado 17 de agosto, y es que no importa cuanto te lo digan, te lo avisen o te recomienden que te prepares para lo peor, nada te prepara para dejar a tu madre con tus hermanos y que 40 minutos después te llamen para decirte que ya no esta en este mundo, es un golpe que fractura ilusiones y corazones por igual, y sanar esa fractura no es fácil, en tratar de repararla se te puede ir la cordura y la noción de tu propia identidad.

Aquí es cuando el tiempo hace lo suyo y comienzas a respirar y a reparar en la gente que tienes alrededor, la que se preocupa por ti y siempre trata de dibujarte una sonrisa de la forma mas sincera que pueda existir, y cuando haces caso a esa gente no te centras tanto en lo que dicen, si no en porque lo dicen?, porque te apoyan?, porque te hablan y se preocupan por tu persona?, porque se toman el tiempo de dedicarte unas palabras, una llamada o un abrazo?, y cuando atinas a entender los porqués y prestas atención a esos esfuerzos, es cuando llega la parte que no suena bonito, pero es necesaria... "la vida debe continuar".

así me encuentro ya, sabiendo que el show debe continuar, pero no resignado, sino aceptándolo como tal, mirando las partes que vale la pena recordar, conciente que el dolor aun no termina por irse, que hay momentos donde las palabras, recuerdos, momentos o hechos se llevan mi sonrisa con la brisa mas insignificante del día, y sobretodo, que ella no me significaba tanto solo por ser mi madre, sino que me significaba un mundo por ser una persona tan ejemplar en esta vida que cada vez está mas escasa en gente realmente valiosa.

Mi madre entre muchas otras cosas que estudio y realizo en su vida, siempre de la mejor manera posible, con dedicación, esfuerzo y una infaltable sonrisa tanto en su boca como en sus ojos, era escritora, era una escritora que dejo un sin numero de poemas, historias y tres novelas impresionantes que ahora serán una meta formalizarlas y porque no? publicarlas, una escritora que justo un mes antes de hospitalizar, recibió vía correo un hermoso premio, un tercer lugar en un concurso nacional de literatura.

Y si como escritora era grandiosa, como madre fue inmensa, pero como persona, simplemente fue apoteósica, no por nada se despidieron de ella casi 400 personas, porque se fue una mujer que toco corazones y dejo sonrisas y enseñanzas, enseñanzas hasta el final para mi, porque una persona que esta al borde de la muerte y esta mas tranquila que uno mismo, y que como semblante final dejo la sonrisa mas amorosa del mundo en su hermoso rostro, es simplemente una enseñanza que tendré presente siempre hasta que me toque aplicarla a mi con quienes estén a mi lado el ultimo día de mi vida.

Aun duele, aun pesa, aun hay momentos donde no encuentro mi lugar, aun soy un tipo que esta frecuentemente sentado al lado de su tumba porque solo ahí encuentro paz, pero también soy un tipo que vive y sueña, y que fundirá el legado de esa mujer a mi futuro para formar una memoria inmortal, ya que eso es ella para mi, no podía ser distinto, si fue capaz de sonreír en la misma cara de la muerte, no se le puede llamar de otra forma... eso es amor eterno.

Quiero agradecer de corazón a todas las personas que se interesaron y preocuparon por mi durante este tiempo, sus sinceras palabras y emociones son de esos detalles que no se olvidan en la vida, mil gracias de verdad, yo seguiré escribiendo de todo un poco, molestando en sus blogs a quienes me gusta leer y retomando una normalidad que no será como antes... será mejor!