17 de agosto de 2013

Nada es igual sin ti



Nada fue igual desde que enfermaste. Nada ha sido igual desde que te fuiste. Nada volverá a ser igual sin ti.


Cada vez que marco con tinta un papel en el que te escribo algo, o cada que mis dedos se mueven en el teclado para decirte algo, siempre intento que sea lo mejor, la parte mas luminosa y linda de mi sentir, afortunadamente los recuerdos bellos son miles y miles de veces mas que los recuerdos tristes, pero hoy no puedo hacer eso.

Hoy se cumplen dos años desde que te fuiste, y recuerdo letra por letra de aquel escrito que te hice cuando me escape de aquel sitio donde te velaban, era tanta gente la que fue a despedirse de ti, tantas muestras de cariño, de amor y de apoyo hacia ti y hacia nosotros, y yo solo quería salir de ahí, no soportaba mas estar ahí, yo no quería a toda esa gente, no quería ver a nadie excepto a ti, pero eso ya no era posible.

Este día, dos años después, me siento igual, y así como comenzaba ese escrito diciendo: "Apenas te fuiste y yo ya te extraño" hoy no es tan distinto como quizás debería serlo; te extraño muchísimo, me siento solo, aun cuando tengo una familia como no querría otra, aun cuando tengo gente que me quiere y me aprecia, me siento solo, me haces mucha falta.

Dos años después todo sigue siendo un aprendizaje para mi, uno que hasta hoy parece ser en vano, porque debo aprender a vivir con tu ausencia, y hasta hoy parecen haber pocos resultados. Cualquier memoria, cualquier imagen, cualquier "¿Y si ella estuviera aquí para ver esto?" “¿Y si ella estuviera aquí para verla en este momento?” todo derriba mis diminutos avances como un frágil castillo de naipes. No he aprendido a estar sin ti.

Le he confesado egoístamente a muchas personas, que nunca había perdido a nadie cercano y amado, y resultó que a la primera que perdí, es a la que mas amaba.

Te fuiste rápido, y por lo mismo existen esos momentos donde todo parece un mal sueño, una confusión que no se le desea ni al peor enemigo, soñarte tan nítidamente, verte sin dudar ni un pestañeo que estas ahí conmigo, y de pronto despertar a la honesta y brutal realidad de que no lo estas, y que yo sigo sacudido ante el cruel dilema de si prefiero no soñarte, o no despertar jamás del sueño.

Sé que tú habrías detestado verme así, con ese miedo, con esa cobardía, también se que estés donde estés, te entristece saber que aun no puedo escuchar esa grabación con tu voz, no puedo, y ni siquiera lo intento, el menor intento que hago por acercarme a esa grabación me echa atrás, y el mayor intento que he hecho por escucharla, me heló la sangre cuando estaba a punto de reproducirla.

No puedo, y no puedo porque le tema al sonido de tu voz, al contrario, tu voz es la voz más angelical, sincera y relajante que he conocido en mi vida, tu voz siempre fue paz para mí, no le temo a escucharte, le temo a que es lo que haré cuando se termine la grabación. ¿reproducirla de nuevo? ¿para que? se volverá a terminar sin importar las veces que la escuche, y yo no quiero que se termine... yo no quiero que se termine.

Dos años sin escuchar tu voz, dos años sin poder abrazarte, dos años sin poder caminar y pasear entre risas y debates que siempre terminaban bien, porque no se trataba de quien los ganara, sino de convivir sin querer cambiar la idea de nadie, solamente convivir. Porque así eras tú, no había nada por encima de tu amor, nada por encima de tu don de gente y tu inmenso corazón.

Dos años, los primeros dos, no han sido sencillos y no espero que los que vienen lo sean, pero me las arreglare, de una o de otra forma encontrare la manera de vencer mis miedos, de apreciar mas esa rapidez con que te fuiste, y que tantas personas desearían para si mismas o para un familiar en agonía, y sé que, cuando mis angeles y mis demonios logren un punto de acuerdo, mi alma habrá dado un paso muy importante hacia la mayor lección que me diste en la vida: Estar tan en paz consigo mismo, que le puedas sonreír a la muerte en la cara.

Encontraré la forma, por ti, por mí, y por el abrazo que un día nos volveremos a dar, encontraré la forma...

Mi vida no ha sido igual sin ti... pero esto ni siquiera se llamaría VIDA de no haber sido POR TI.


TE AMO, MAMÁ.
TE EXTRAÑO...