17 de agosto de 2015

Después de que te fuiste

Después de que te fuiste al mundo lo cubrió un manto gris, como un camino sobre el que baja la neblina, como al lente de una cámara al que se le pone un filtro; todo está ahí… Pero ya no se ve igual. Después de que te fuiste al mundo lo cubrió un manto gris… A mi mundo, sin ti, sí.


Después de que te fuiste todo seguía ahí, menos tú, y eso hace imposible que un amanecer se sienta igual si lo que te despierta no es el sonido de tu voz. O si lo que ves cuando te sientes afligido es un retrato, y no tu maravillosa sonrisa o tu mirada de amor incondicional. Difícil que durante una reunión entre risas y cariño, no voltees a ver esa silla vacía y te digas a ti mismo: Esa silla no tendría que estar vacía.

No, no tendría que estar vacía. Pero sobre las cosas de la muerte no tenemos poder, ni siquiera un ápice de opinión. Y causa mucha tristeza que nada se vea igual sin ti. Y causa mucha impotencia que no estés aquí, cuando tendrías que estarlo.

Así nuestros corazones sonreirían con tu presencia, así encenderías esa luz en tus ojos que siempre nos guiaba cuando más lo necesitábamos, así nos corregirías cuando nuestras necedades nos cegaran, así leerías tus cientos de libros y escribirías tus miles de historias en el teclado de esa máquina ruidosa, así, así gritarías los goles del Toluca…

Pero ¿sabes? Sigues aquí…

Sigues siendo “eso” que me hace alzar la mirada y apreciar un bello día, sigues siendo mi calor cuando algo no va bien y necesito refugio, sigues siendo esa voz que escucho antes de hacer una tontería y que me dice: “no seas bruto”, sigues siendo la coordinación que mueve mis dedos en el teclado de mi máquina -un poquito menos ruidosa-, y respecto a los goles del Toluca; esos yo los grito por y junto a ti ;)

Por y junto a ti: Por ti soy y viviré, junto a ti seré y moriré.
Te extraño, te amo, y te apretaré con todas mis fuerzas cuando nos volvamos a encontrar.

Gracias por haber sido, y seguir siendo… Mi madre.


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Las personas a las que amamos, sólo las amamos cuando las dejamos entrar a nuestras vidas.
Las personas a las que perdemos, sólo las perdemos cuando las dejamos salir de ellas.

Si amas a alguien a quien dejaste entrar en tu vida, díselo
Si amas a alguien que te dio vida, grítaselo.

Abrázale, bésale y dile “TE AMO” pues los abrazos traspasan la piel, los besos traspasan el tiempo y los te amo traspasan la muerte.


(3 de Enero 1941 - 17 de Agosto del 2011)



-Syd Rodriguez-